EL Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering ha desarrollado un embalaje comestible a base de trasferir una carga eléctica a una membrana de un material comestible, lo que le proporciona una fuerza electrostática que le dá rigidez.
El producto aún no está comercializado, pero tiene un futuro prometedor a nuestro juicio.
Fte: Club Darwin
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